La Lotería Nacional se sumó a la campaña que invita a las instituciones del Estado a iluminarse con la Luz Azul, al conmemorarse este 2 de abril el Día Mundial de la Concienciación del Autismo, condición que los expertos asocian al neurodesarollo que, a su juicio, aparece en los primeros tres años de vida. 

La actividad promovida por el Despacho de la Primera Dama, que preside la licenciada Cándida Montilla de Medina, busca propiciar programas tendentes a promover en el desarrollo integral de la niñez en condiciones especiales, con miras a aumentar la sensibilidad de la ciudadanía sobre ese trastorno.

También insta a que se adopten medidas para concienciar la sociedad a nivel familiar, sobre la situación de las personas con autismo.

De igual forma, la exhortación no es solo a las instituciones públicas sino también a las empresas privadas a que en este Día Mundial del Autismo se sume a la campaña Ilumínalo de Azul, que se desarrolla por iniciativa de la organización Austin Speak, de los Estados Unidos, con la que trabaja el respaldo del Despacho de la Primera Dama en el país.

La fecha fue escogida el 18 de diciembre de 2007 por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) que fijó la celebración del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, día en que se buscó crear un movimiento y poner en relieve la necesidad de mejorar las condiciones de vida de niños y adultos que conviven con el Trastorno del Espectro del Autismo (TEA), para que puedan llevar una vida plena y satisfactoria.

El TEA es un trastorno de origen neurobiológico que afecta a la configuración del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral, dando lugar a dificultades en dos áreas principalmente: la comunicación e interacción social y la flexibilidad del pensamiento y de la conducta.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada 160 niños tiene un TEA y sus síntomas suelen comenzar en la infancia y persistir hasta la adolescencia y la edad adulta. En la actualidad, no está determinada la causa que explique la aparición del TEA, pero sí la fuerte implicación genética en su origen.